LAS 7 LECCIONES FINANCIERAS QUE DEBIERAS SABER CUANDO LLEGUES A TUS 30s.

​Cuando llegues a tus treinta, aún te sentirás joven e invencible pero la verdad es que estás a medio camino del retiro. Llegó la hora ser más frugal con tu dinero y dominar los siguientes hábitos financieros:​​

1. Crea un presupuesto y síguelo al pie de la letra.

El objetivo de hacer un presupuesto es tener una idea clara y concisa de dónde va tu dinero para así poder tomar decisiones financieras más efectivas.  Conocer cuales son tus gastos y cuánto dinero dedicas a cada uno, te ayudará a descubrir en qué áreas puedes reducirlos con el objetivo de poder ahorrar mas para tu eventual retiro.

2. Para de gastar tu sueldo completo

​Comienza con tratar de vivir con el 90% de tus ingresos y ahorra el otro 10%. Trata que ese dinero se deduzca automáticamente de tu sueldo y se deposite en una cuenta de ahorro para la jubilación.  Aumenta gradualmente la cantidad que ahorras mientras, al mismo tiempo, disminuyes la cantidad que gastas.  Idealmente, aprende a vivir con el 60% al 80% de tu sueldo mientras ahorra e invierte el 20% o 40% restante.

3. Establece claras y precisas metas financieras

​¿Cuáles son tus metas financieras? Siéntate y piensa en ellas detenidamente. Escríbelas y traza la manera cómo hacerlas realidad. Es menos probable que consigas algún objetivo si no lo anotas y creas un plan creíble y concreto.  Nunca te propongas metas inalcanzables!

4. Se financieramente letrado

El mundo esta lleno de analfabetos financieros!  No seas uno de ellos!  Si tus finanzas personales están bajo estrés, probablemente es porque no dominas el tema financiero.  Lee libros, ve a la biblioteca, preguntale a profesionales del area, haz cursos en linea, lee publicaciones financieras y periódicos, etc.  Si no dominas un tema, tus probabilidades de éxito son minúsculas, si quieres mejorar tus finanzas debes dominar el tema financiero.

5. Calcula tu nivel de endeudamiento

​Muchas personas se vuelven complacientes con su deuda una vez que llegan a los treinta. Si posees préstamos estudiantiles, hipotecas, deudas de tarjetas de crédito, préstamos para automóviles o personales, etc, es muy posible que el pago de tus deuda se haya convertido en tu forma de vida. Incluso, podrías ver la deuda como algo normal. La verdad es que no necesitas pasarte toda tu vida pagando deudas.

Para calcular tu índice de endeudamiento: toma todas tus deudas, sumalas y dividelas entre tus activos (todo lo que posees).  Lo ideal es que estés entre 0% a 30%. Si estás por encima, evalúa la cantidad de deuda que tienes fuera de tu hipoteca y crea un presupuesto que te ayude a reducir y evitar obtener más deudas.

6. Establece un fondo de emergencia robusto

7. Asegúrese

​Establecer un fondo de emergencia es el paso más importante que puedes tomar para la salud de sus finanzas. Si no tienes un fondo de emergencia, será muy probable que tengas que recurrir a tus ahorros o a tu tarjeta de crédito para pagar gastos inesperados como reparaciones de automóviles y/o del hogar no planeadas, gastos de salud, etc.

Algunos asesores financieros recomiendan tener el equivalente a tres meses de gastos en el fondo de emergencia; otros recomiendan seis meses. Por supuesto, cuánto podrás ahorrar dependerá de su situación financiera.

La vida no es todo color de rosa.  Cuando uno es joven, sin familia y todavía está bajo la tutela de los padres, uno no piensa en las situaciones incómodas que la vida inevitablemente trae.  Pero cuando llegamos a los treinta, hay que empezar a prevenir y planificar para esas situaciones.

Si ya estas o te estás aproximando a los treinta es bueno que compres pólizas de seguros para situaciones inesperadas:  Debemos hacernos de un seguro de salud ( en caso de enfermedad), seguro de vehiculo (en caso de choque), seguro a la propiedad (en caso de robo, incendio, inundación, etc), seguro de discapacidad (por si tenemos un accidente y no podemos trabajar), seguro de responsabilidad civil ( por si nos demandan judicialmente), seguro de vida (en caso de muerte inesperada).

Tampoco es bueno sobreasegurarse. Debemos obtener los seguros que necesitamos, por el monto que necesitamos.